PRÓXIMA COMIDA

De momento, sin previsión :·(

Por favor, animaros y me decís quién y cuándo organiza la próxima comida.













31-12-2014 - Nochevieja 2014
Bogavantes sin Fronteras

Este 31 de Diciembre, en un hito sin precedentes en estos 5 años de Bogavante, hemos celebrado nuestra primera comida en territorio "extra-trabuqueño". Concretamente, ha sido en el Rosario. Sí, ya sé que para nosotros no parece un lugar muy lejano, ni muy exótico, pero marca un punto de inflexión en nuestra historia que nos presenta un apasionante abanico de posibilidades. ¿Quién te dice que dentro de un año no organizamos otra comida en... Archidona, por ejemplo?
Además, este año hemos alquilado un cortijo para poder dormir allí y almorzar el 31 y el 1. Así aprovechamos más tiempo y los niños pueden jugar todo el día y dormirse cuando están cansados sin que tengamos que volvernos a casa. (También ha influido, que no nos lo alquilaban sólo para la cena). Lo cierto es que el cortijo estaba superchulo y muy cerca del Rosario. Y aunque se llevó buena parte del presupuesto, lo hemos disfrutado y no le faltaba un detalle. Y eso que la cosa de torció y estuvo a punto de cancelarse cuando el día 28, Tote nos dijo que al dueño del cortijo se le había presentado familia de visita y no nos lo podía alquilar. Afortunadamente fue solo una inocentada. Ufff... falsa alarma.
Pero no queda ahí la cosa, también hemos estrenado un sistema de organización distribuida, vía wasap, consistente en consultas de alguno y respuestas de cualquiera, con incontables hilos de conversación entremezclados y asíncronos, que ha resultado ser un éxito. Yo creo que puliéndolo un poco y sistematizándolo se lo podríamos vender a la NASA. Os parecerá una tontería, pero hay metodologías de gestión, como PMP o ITIL, que por recomendar cómo se debe organizar un proyecto para que salga bien, han montado un tinglado que mueve muchos millones de euros entre libros, exámenes de certificación, cursos, etc.
Pero volviendo a nuestro negocio, la principal novedad ha sido otra. Ya sabéis que dicen que somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras. Por ejemplo, si unos señores se tomas unas copas, se vienen arriba y dicen: "Esta nochevieja cocinamos nosotros" (los hombres), pues luego toca dar del callo. Joder, ¿es que no aprendemos? Si ya lo hicimos en 2010. Pero nada, nos echamos pa'lante y hubo que apechugar. Lo peor es la impotencia de no haber estado allí ese día para poder reconducir la decisión. Pasa como en las reuniones de comunidad, que sin estar presente, ni comerlo ni beberlo, se vota pintar la fachada de rosa y te tienes que aguantar. Bueno, al final no fue para tanto porque, como suele decirse, "no somos machos, pero somos muchos". Y como todo el mundo echa una mano y hace lo que puede, la cosa sale adelante sin tener que "encadenar" a nadie a los fogones. La verdad es que mereció la pena por ver las caras de felicidad de nuestras señoras echándose por una vez una cañita tranquilas y sentadas al solecito que sabía a gloria.
Yendo al tema de la manduca, el 31 a medido día, Gerardo se destapó con unos huevos (a la pelea) con papas. Él tenía antojo y, para regocijo de todos, se ofreció a prepararlos. Como fuimos llegando poco a poco y organizándonos, se nos hizo bastante tarde (más de lo habitual, que ya es decir). Así que la Rubia y yo nos fuimos para la II San Silvestre Trabuqueña sin poder hacerle justicia al asado que iba preparando Diego en la barbacoa. Menos mal que el jamón era sólo cortarlo y echarlo al plato y pudimos ingerir las calorías suficientes para terminar la carrera (aunque llegué el último). No sé, quizá me sobró el último bocadillo de jamón. O tal vez habría sido mejor irnos a correr de noche por los carriles, como sugería (e hizo) Josema.
En fin, por la noche cenamos 12 parejas e incontables niños (algunas ya no tan niñas, hasta con novio). Comenzamos con unos canapés, queso, jamón, tortilla de patatas y una ensalada tropical. Luego una ollita de arroz con bogavante, para hacer honor al nombre del grupo. Y de postre, flan de turrón y tarta de queso. Hay que reconocer que sí que tuvimos un poco de ayuda de las señoras. Si no fuera por ellas, nos habríamos quedado sin postres, sin sopita y macarrones para los niños y esas cosas. Pero vaya, que creo que ya va siendo hora de que los niños se pasen a comer cachos de carne, chivo, marisco y lo que se tercie. ¡Mira Leonor que bien enseñada está que se come las "bambas" divinamente, con lo chiquita que es! Y al arroz con bogavante tampoco le pusieron pegas, y terminamos rebañando una olla que al ponerla en la mesa nos parecía enorme.
Luego nos metimos los cuarenta y tantos en la cocina, para ver las campanadas en una tele de 14 pulgadas. Por suerte, no pusimos Canal Sur y, al menos, se escuchaba. Aunque con el follón que había en la cocina, tampoco habría pasado nada. Luego besitos, brindis y ¡fiestuqui! Como nos ahorramos la pasta de alquilar un equipo de música, lo que teníamos sonaba poco en ese local tan grande y con tanta gente. Pero temo tener que desengañar a los DJs: no es que no bailáramos porque no se escuchaba sino porque estamos mayores y pasamos. Este año en la cena de empresa echamos un rato de baile y ya ni me acordaba de la última vez.
También nos ahorramos el cotillón porque lo fuimos dejando y el 31 ya no quedaban en el Trabuco. Son los pequeños contratiempos de la organización distribuida vía wasap. Esas pequeñas menudencias. Que el aceite para freír las papas lo trae el que llega a las 4, que el cotillón fuimos a buscarlo el 31 por la tarde, que no se acabó de cuadrar el menú... Por suerte, el whisky no faltó y por la mañana se agradeció no tener que barrer todos esos confetis. Personalmente, yo creo que para no habernos juntado a organizarlo y el montón de gente que estuvimos yendo y viniendo, fue un rotundo éxito.
Y como todo lo bueno se acaba, nosotros nos fuimos para el Trabuco sobre las 3 de la mañana, cuando mi coche marcaba 5 bajo cero. Así que a Eva le tocó rascar el hielo del cristal antes de arrancar. Si la nochevieja de 2011 fue "El año del dragón de agua" en justicia esta debería haber sido la del chivo frito, por el almuerzo del día 1. ¡Qué coraje tan grande habérmelo perdido!, pero (de momento) no se puede estar en dos sitios a la vez.
Como canta Lucho Gatica en una de mis canciones favoritas (el bolero La barca): "dicen que la distancia es el olvido, pero yo no concibo esa razón". Esta nochevieja nos hemos juntado de nuevo y a pesar del tiempo y la distancia, nadie se había olvidado de nadie. Sin duda, los que más tiempo llevábamos sin ver son Diego y Karina y Martina y Mateo. ¡Dos años en Argentina! Así que, en honor a ellos y a la tierra saurseeña, que tan calurosamente nos ha acogido (entiéndase en su sentido figurado, claro, en el meteorológico estuvo como era de esperar en esta zona en esta época del año), he decidido titular la entrada "Bogavantes sin Fronteras".

Un día estupendo y, para cerrar, me quedo con la frase de despedida de Tote en el grupo de wasap:
"Memorable fin de año. A pesar de los años, no me canso de estar con vosotros".

No te preocupes Tote, tampoco tienes tantos   ;·)


17/10/2014 Bogavantes son amores, y no buenas razones


Este sábado tuvimos ¡SÍÍÍÍÍÍÍ! una nueva reunión del Bogavante Feliz. A lo tonto, era nuestro quinto aniversario y, con buen criterio, Juani y Gema y Javi y Ana pensaron que no podíamos dejar pasar una efemérides tan especial. Y qué mejor para celebrar este días un arroz con bogavante. Y es que así empezó todo, cocinando unos bogavantes felices allá por 2009. Pero yo creo que los de esta semana los superaban, porque irradiaban felicidad. Era mirarlos y se te alegraba la cara. Y al probarlos ya no te digo na...

Dos fotos de los protagonistas de la jornada.
El día amaneció radiante, con una brisita que se agradecía. A la una y media ya estábamos echando nuestra cervecita en la puerta y buscando la sombra. Empezamos con las patatillas fritas mientras nos juntábamos, pero se nos iban los ojos detrás de los entrantes. Los golosos como yo tuvimos que hacer un esfuerzo sobrehumano para no meter la mano en ninguna cazuela antes de hora.
El rosario de tapas fue amenizando la espera mientras se preparaba el arroz con bogavante. Así, como rezando la novena, comenzamos a desgranar el primer misterio gozoso:

- Tacita de pisto. Ora pro nobis.
- Vasito de porra. Ora pro nobis.
- "Ocho" de hojaldre con jamón y queso. Ora pro nobis.
- Tosta de pastel de atún. Ora pro nobis.
- Brocheta de aceituna con boquerón en vinagre. Ora pro nobis.

Sin dejar de "rezar" algunos nos fuimos pasando al vino (Ezerra y Ramón Bilbao) mientras otros permanecían fieles a la cerveza que entraba muy bien con el calorcito.
Y mientras tanto, los cocineros prepararon el sofrito, cocieron los bogavantes, los pelaron, echaron el agua de cocerlos al arroz con las cabezas limpias y las partes "bonitas" de la coraza. Y al final añadieron la carne limpia del bogavante. La verdad es que, incluso habiéndolo visto hacer delante mía, me llevé un chasco al comprobar que la media cabeza de bogavante que adornaba mi plato ¡estaba vacía!. Eso sí, la pena se me quitó en seguida en cuanto empecé a encontrarme trozos de carne de bogavante limpios para comer y callar. Yo pensé que con las tapas íbamos a gastar poca hambre pero lo cierto es que la perola casi no hizo falta ni fregarla. Hasta los niños aparecieron a probar el arroz a pesar de que previamente les habíamos dado sus macarrones con tomate "para que no tuvieran que esperar tanto los pobres". Y es que toda precaución es poca porque como se te empiquen al arroz con bogavante, estás perdido.
Como digo, literalmente, aparecieron, porque apenas los vimos en todo el día salvo para atender alguna herida y golpe o darles algún vaso de agua. Lo pasaron en grande y se portaron bien, como ya nos tienen malacostumbrados. Empezaron "haciendo un hoyo" con unos escardillos y el carrillo de mano y, cuando temíamos que iban a cavar un túnel hasta la cocina, desaparecieron en busca de la higuera que tenía arrimado un banco para poder subirse a lo alto. ¿Habrá algo que le guste más a un niño que subirse a un árbol? Después se fueron a explorar por el arroyo... Y y por la tarde se los llevaron Josema y Francis "a la Sierra" y nos trajeron imágenes tan entrañables como éstas. ¡Vaya panda! Pero antes de eso todavía nos quedan los postres y los brindis.


De los postres sólo diré una cosa, que estuvieron a la altura del resto del banquete:
Flan de chocolate y Pudin con orejones y frambuesas.
Y continuamos con café y luego con copas acompañadas de pipas y chuches que nos entretuvieron sin levantarnos de la mesa hasta la merienda (más café y torta de aceite del Trabuco).¡ Hasta aliños para aromatizar y decorar los gin-tonics vinieron!
A estas alturas, me sigue extrañando que cada día me sorprendan las mismas cosas, pero es que no es para menos: Nos sentamos a las 2 y estuvimos comiendo hasta la hora de merendar y sólo paramos para colocar y retirar platos.
En mitad de esa vorágine de zampamiento nos pusimos al día de la vida, planificamos nuestra estrategia para la VIII Carrera Urbana Vva del Trabuco y también tuvimos nuestro momento emotivo, cuando regalamos unas botellitas de vino a Juani y Gema por ser los anfitriones que más veces han acogido nuestras reuniones. El brindis de Josema hizo asomar algunas lagrimitas al acordarse de Diego y Karina. Primo, di la verdad, ¿estuviste ensayando? Porque te quedó impecable.

Además de los habituales, tuvimos como invitados a mis amigos Amaya y Encarni y Chiquero y Cristina con sus respectivos churumbeles. Aquí estamos brindando para que veáis que no les guardo rencor por haber firmado los dichos para mi boda. ;·)
Para todos fue un día especial y lo cogimos con muchas ganas, porque con el rollo, hacía ya año y medio de la última comida, aunque también es cierto que en medio hemos tenido la fiesta del año pasado, la nochevieja, la mariscada de este verano, las "jornadas del atún" y la paella de habas y chorizo que preparó Javi para la fiesta de este año. Aun así, a todos nos pareció poco y estuvimos de acuerdo en que hay que insistir en seguir juntándonos para comer y charlar cada vez que se pueda. Desde aquí aprovecho para animar a guisar a todos los que todavía no hayan participado en esta tercera vuelta a ver si encontramos a alguien que le ponga el cascabel al gato. Porque recordad que bogavantes son amores y no buenas razones.

Como en cada reunión, nos fuimos alegres. Y no fue (sólo) por el vino, mal pensados. Es que, como he dicho, los bogavantes irradiaban felicidad. Sin lugar a dudas, hay algo de este día que ha quedado en mi memoria. "Que merece la pena controlarse con los entrantes para dejar hueco para el plato principal y para el postre" diréis algunos. Podría ser, pero no es eso, sino la frase de Juani: "Este vino nos lo beberemos aquí"

10-03-2013 - Comida de San José

Ya llevo un tiempo pensando que me estoy retrasando demasiado en escribir en el blog la historia de la última comida. Así que hoy me he decidido a retomar el texto que dejé a medias hace cuatro, sí cuatro, meses. No es sólo por pereza, que también, sino porque no se me ocurre qué historias nuevas e interesantes contar. Como decía Tolstói en Ana Karenina: "Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera". Estoy completamente de acuerdo con esta idea.  A quienes les he contado que pasé un día estupendo y me han preguntado qué hicimos sólo puedo decirles: "Nada, charlar y comer". Y reírnos, que no es poco.

Y es que, como dicen los ingleses:  "no news, good news". Algo así como: "que no haya noticias es una buena noticia".
Es como cuando me encuentro con un amigo al que hace mucho que no veo y me pregunta qué tal me va sólo puedo decir "bien".Aunque haga varios años que no lo veo, realmente no ha pasado nada espectacular en ese tiempo. Sin cambios en la familia, sin novedades en el trabajo y mis niñas cada día un poco más grandes. Nada digno de reseñarse gracias a Dios
Porque normalmente las cosas buenas se fraguan mucho más despacio que las desgracias. Requieren tiempo y esfuerzo. Salvo algunas excepciones como un trabajo sorpresa o un embarazo que apenas han supuesto un esfuerzo pequeño y (según algunas) menos tiempo del deseable para llevarlo a cabo.  ;·)

Pero el caso es que me parecía una falta de respeto hacia los cocineros y su esfuerzo no hacer eco su esfuerzo y de lo bien que comimos el 10 de Marzo. Y es que todos los que hemos pasado por ello sabemos la pechá de pensar y trabajar que supone organizar una comida para 20 ó 30 personas. Perdón, una comida no, un banquete, que no es lo mismo. Realmente, Como he dicho muchas veces, bastaría con encargar una paella en un bar o preparar unos bocadillos para pasar un día estupendo, pero todos los cocineros quieren corresponder a lo bien que lo han hecho los anteriores y devolverles el placer recibido haciendo maravillas en su turno. Así que se dejan la piel para preparar un "bogavante" que no sea bueno sino extraordinario Como tantas otras cosas, si no te ha pasado, no lo entenderás. Hay que vivirlo. Perdonadme que me enrolle tanto, es lo que tiene "hablar" solo, que se te puede ir la pinza y no hay nadie que carraspee un poco para devolverte a la realidad. Me dejo ya de marear perdices y me pongo con lo nuestro que es desplumarlas, cocinarlas, comérnoslas y chuparnos los dedos. Y lo mío, que es contároslo, porque que el día fuera tranquilo no quiere decir que no haya nada que contar:
10-03-2013 Comida de San José
Este fin de semana hemos tenido Bogavante pasado por agua. Ha sido el típico chapetón de primavera con ratos de agua y de sol, a pesar de que aún faltaban unos días para su entrada oficial.
A pesar del agua y de que el día estaba desapacible, en la cochera de Francis y la Rubia reinaba un ambiente festivo. Y es que no era para menos. Hacía un montón que no nos juntábamos y encima para un banquete digno de un rey, aunque el menú era casi de cuaresma (casi).
Llegamos temprano por si había que echar una mano para algo, pero nos encontramos que ya estaba todo preparado, así que nos  echamos una cervecita y nos pusimos a charlar de esto y aquello. A eso de las dos decidimos comenzar a tapear con la empanada y las tortillas de papas porque lo de seguir tomando cerveza a palo seco parecía peligroso. Este ratillo sirvió para ponernos un poco al día de como andamos y así, poco a poco, nos fuimos juntando. Ya sabéis que la puntualidad no es lo nuestro y, entre tantos, siempre hay alguno que se retrasa y solemos empezar a comer tardecito.
Para empezar, entre los "comensales" tuvimos a la benjamina del grupo: Leonor, que asistió a su primer bogavante. La pequeña no se perdía detalle mientras pasaba de mano en mano, ya que todas las asistentes se disputaban el placer de cogerla en brazos un ratito.
Mientras tanto, estuvimos comentando cómo prepara cada uno en su casa el Guisillo de San José y constatamos algo que, pese a ser sabido, no deja de sorprenderme. Las misma comida se prepara de forma diferente en cada casa. Incluso hay comidas que para uno son habituales y para otro desconocidas. Y no digamos si te vas al pueblo de al lado. Los que habéis compartido piso durante los años de la Universidad lo sabéis bien.. Y, hablando de años, también celebramos el cumpleaños de Mercedes con una tarta que, casualmente, venía adornada con una fotografía de sus churumbeles (los 25 de su clase no, los 3 de su casa). ¡Bien hecho, Josema!
Los pequeños se portaron muy bien, aunque como nos tienen acostumbrados a eso, tampoco fue novedad. Se pasaron el día entrando y saliendo cada vez que chispeaba y escampaba. A fuerza de jugar en las pistas mojadas, se pusieron como sopas y me tocó ir a casa a cambiar a Irene. Cuando nos fuimos estaba otra vez tan mojada que nos la tuvimos que llevar para Málaga en pijama. Es lo malo de no vivir en el Trabuco, que no tienes ropa. Si te encarta deporte o campo o el tiempo está distinto de lo esperado, te tienes que apañar con lo que haya. Y no te digo nada si te encarta por sorpresa una fiesta ibicenca, hawaiana o de disfraces. En fin, el pijama resultó perfecto porque se quedaron las dos fritas antes de llegar a la Revuelta de Manuel García.
 Ahora bien, lo que sí fue novedoso, sorprendente y espectacular fue el menú, porque estuvo todo buenísimo. Ya sabéis que yo soy muy agradecido para invitarme a comer, pero lo cierto es que hubo unanimidad y todos disfrutamos no sólo de la charla y la compañía sino del banquete. Había muchas cosas y muy ricas todas. Y encima nos salió barato. Vamos, la desiderata.
Aquí tenéis el menú. Y lo mejor de todo es que además me dieron las recetas, así que en la página de recetas podéis ver cómo se prepara cada plato. ¡Qué aproveche!

10-03-213 COMIDA DE SAN JOSÉ (DÍA DEL PADRE)
- ENSALADA DE QUESO Y FRUTAS
- EMPANADA DE QUESO, BACON Y DÁTILES
- EMPANADA DE ATÚN
- TORTILLA DE PATATAS
- GUISILLO DE SAN JOSÉ
- BACALAO CON GRATÉN DE FALSO ALIOLI
- BROCHETAS DE POLLO
- CONEJO CONFITADO CON AJOS Y ROMERO
- FRESAS CON NATA
- CREMA CATALANA
- CAFÉ - BORRACHUELOS
- TARTA SORPRESA DE CUMPLEAÑOS

Cada cual, según sus gustos y su aguante, repitió de esto y aquello o se sacó poquito de otra cosa que le gustaba menos. Aunque la mayoría hicimos como cuando presentan a los jugadores de la selección antes de un partido de fútbol, jalear cada plato que salía a la mesa:
Guisillo... ¡BIEN!, Bacalao... ¡BIEN!, Conejo... ¡BIEN!, y así sucesivamente. Sinceramente, me cuesta decidirme por una cosa: me chupé los dedos con cada plato que salió a la mesa desde los entrantes hasta el postre. Increíble. Así que me he quedado con ganas de más.

La próxima comida la organizan Emi y Mari. Está bien, aceptamos Gerardo y Elías "como animal de compañía y cocinero". Han dicho que quieren hacerla cuando refresque, así que Septiembre u Octubre. Eso sí, si alguien se quiere colar y entremeter otra comida antes... ¡Bienvenido sea!

Hace un par de días me pasó Juan algunas fotos que había hecho con el móvil y yo también hice varias, pero voy a ver si consigo el reportaje de la cámara de Javi que tiene más calidad. No se ven borrosas, sale la gente más guapa... en fin, que es otra cosa. En cuanto las tenga las enlazaré aquí. Me conforta ver que no soy el único vaguete, je, je.  ;·)


Y, por último, no me puedo despedir sin dar mis felicitaciones a los Pepes y a los padres.
Bueno, como ya ha pasado algún tiempo, felicito también a los Antonios, a los Juanes, a la madres... y a todos los que hayan tenido paciencia para leer hasta aquí. Un abrazo a todos.

4 - 11 - 2102
1, 2, 3... ¡SORPRESA!
Festival Gastronómico español


Este fin de semana hemos tenido "comida sorpresa". No porque no supiéramos que la teníamos sino porque el menú se ha mantenido celosamente oculto. A la una y media me encontré a Gema subiendo con Gonzalo para la nave y todavía no sabía lo que íbamos a comer. Bueno, iban a comer, porque Eva y yo nos perdimos la ocasión. Se nos presentaron unos amigos de Sevilla y, sintiéndolo mucho, nos quedamos sin Bogavante. Así que a ver qué os cuento yo. Si que os puedo dar el menú y deciros que, a toro pasado, era fácil de adivinar: bastaba decir cualquier cosa típica y acertabas porque había de todo:

Jamón de Extremadura
Queso Manchego
Tortilla de patatas de Aragón
Morcilla de Burgos (Castilla-León)
Pan tumaca de Cataluña
Pulpo a feira desde Galicia
Paella Valenciana
Plátano de Canarias
Ensaimada de Mayorca
Vino de La Rioja
Y, como no:
Gambas de la Caleta
Chivo Trabuqueño
Mantecados Trabuqueños


La comida la prepararon Josema y Mercedes con Isa y Tote y sirvió como despedida de diego y Karina. Por eso decidieron realizar este recorrido gastronómico por la geografía española. No faltaron unas palabras por parte de Juani que seguro que hicieron asomar alguna lagrimita. Y, para rematar,Josema había preparadouna proyección de fotos de todos los bogavantes para celebrar el cuarto aniversario del Bogavante que se cumplió el 30 de Octubre.
Se ve que el día estuvo muy bien porque me han dicho que hubo almuerzo, merienda con dulces trabuqueños y hasta cena.






Siento haberme perdido este magnífico día y sobre todo no haber podido disfrutar una vez más de la compañía de Diego y Karina y de Martina y Mateo. Desde aquí les mando un abrazo y les deseo lo mejor en su aventura americana. Ya sabéis que aquí tenéis una puerta abierta cuando queráis volver unos dias... o unos años.














Bueno, como no pude asistir no puedo deciros gran cosa más. Como siempre, os dejo abiertos los comentarios para que contéis lo que queráis y os ruego que me paséis las recetas para publicarlas aquí en el blog. Por lo menos, la del chivo !!!

 
Y por supuesto, el que tenga fotos que se las lleve a Josema. Estaría bien tener alguna donde se les viera a él y a Tote haciendo como que cocinan y alguna de Isa con el delantal puesto, presumiendo de barriga, alguna de las chicas, de los niños... De momento os he pegado aquí las que me han llegado por wasap.






 













21-07-2012 Blanca Mariscada

La blanca Navidad está sobrevalorada. No digo que no sea bonita para verla por la tele pero, aparte de quedar bien en las canciones y en las pelis, no sirve para nada. En cambio, ¡¡¡qué bonita es una mariscada blanca¡¡¡ Llegar y encontrarse la casa iluminada por antorchas y velitas con todos los invitados vestidos de blanco. Especialmente los niños, que estaban para comérselos. Bueno, y ahora que no me lee Eva, debo reconocer que algunas niñas también. Pero lo que marca la diferencia positiva respecto a la Navidad es cenar esas gambas a la luz de la luna. Que conste que no lo digo tanto por la luna, que alumbraba poco, como por las gambas que son "la encarnación tangible de la poesía". Eso sí, la próxima vez tenemos que acordarnos de consultar a un astrónomo para fijar la fecha y hacerlo en luna llena.
Los únicos que se escaquearon del blanco riguroso fueron Paco Mateo y mis dos niñas, aunque lo cierto es que hacían un blanco perfecto en medio de todos los demás. En nuestro caso fue porque llegamos directos de las vacaciones y nos tuvimos que apañar con lo que llevábamos en la maleta y lo que nos prestaron. Me hizo gracia que al cabo de un rato de estar allí mi Irene, con 4 años, se acerca a su madre y le susurra en secreto: "Mira mamá, para que no te confundas, yo soy la que tiene el vestido de flores y la felpa blanca".
El caso es que, aunque siempre hay alguno que no puede venir, en esta ocasión nos reunimos un grupo muy numeroso, con gente del Trabuco, del Puerto de Santa María, los habituales "Argentino-Benalmádenos" y, sobre todo, muchos saucedeños, que parecía que estuviéramos en la mismísima Plaza del Bacalao. Yo creo que si Isa y Tote hubieran sabido  que iban a tener tanto poder de convocatoria nos habrían llamado hace un mes para ayudarles con la obra. Dada la gran asistencia de público y que veníamos todos "disfrazados" tendríamos que haber puesto un "photo-call" como hacen en Archidona o, mejor aún, dos: uno para las personas y otro para los platos.

Poco a poco nos fuimos juntando y comenzamos con la comida de los niños (salchichas kilométricas, filetes de pollo y tortilla de patatas) y algunas tapas (patatas fritas y tomate picado). Después de su cena, los niños continuaron pululando por doquier y haciendo de las suyas. Convendréis conmigo en que el blanco es el color ideal para vestir a un niño y dejarlo jugar en un sitio donde hay tierra. Dudo que alguno llegara a casa con el traje impoluto, pero el blanco sirvió para localizarlos con facilidad y entre eso y que la valla es alta, [al menos] no se nos escapó ninguno. También tenemos que agradecer a Josema que bajara al Trabuco a por un foco para iluminar la esquina asfaltada de arriba. Aunque la alegría duró poco, como en la casa del pobre, porque la luz saltaba, así que terminamos apagando el foco y la farola y cenando a la luz de las velas. Mucho más romántico y permitiendo que funcionaran las planchas para ir cocinando los "crustáceos" y "bivalvos".
Para empezar, Tote preparó unos espetitos de sardinas que estaban para chuparse los dedos (literalmente) y no tenían mucho que envidiarle al marisquito. A partir de ahí fueron saliendo las gambas, cigalas, langostinos de Sanlúcar, conchas finas, ostras, vieiras... Hasta completar X Kg. de marisco. Eso sí, casi todo es cáscara.
Lo bueno de comer de pie es que permite hablar con distintas personas a lo largo de la noche. Pero, poco a poco cada uno fue encontrando su sitio y los grupos se fueron apalancando para comer. Eva dice que pilló un sitio muy bueno porque estaba al lado de Paqui y Jesús les iba acercando platos a medida que las cosas salían de la plancha mientras les recitaba: "A mi mujer que no le falte de ná". Así que arrimaba cositas de 7 en 7 para todas las del grupito. Algunos nos quedamos de pie junto a la plancha, aunque el que permanecía atento a dar la vuelta a los bichos y a sacarlos cuando estaban listos era Diego (yo no sé qué vamos a hacer sin ellos cuando se vayan a Argentina). Y otros no pararon de ir y venir trayendo y llevando y quitando y poniendo para que la cena marchara. Gracias a todos.
Y así fuimos pasando la noche entre platitos de bichos con cáscara, conversación y copas de vino en distintas dosis según el gusto de cada uno. No sé cómo estuve para no recordar los efectos perniciosos del Jarel que ya observé y documenté hace un par de años. En resumen, creo que mereció la pena acortar un día las vacaciones y perder el último día del apartamento para asistir. Estábamos cenando tan ricamente cuando, de pronto... ¡CHASS!  Eran las dos y me tuve que ir para el Trabuco porque tenía que levantarme a las 6 para ir a Sevilla a un un entierro. ¡Qué desastre!
A partir de aquí dejo a la voluntad de los asistentes utilizar los comentarios para completar la historia o regalarnos su visión personal de la noche. Según fuentes de reconocida solvencia, el cielo clareaba cuando se fueron los últimos invitados, así que seguramente queda mucha tela que cortar. Pero ojito a lo que ponéis porque me he enterado de que en el Rosario también nos leen. Esto es como el facebook, que todo lo que cuentas se termina sabiendo.  ;·)  Sin ir más lejos, esta semana me ha llegado por el WhatsApp una foto robada de besos apasionados a la luz de la luna. Pero finalmente, después de consultar a los representantes legales de los cazados, hemos decidido no publicarla. Si algún día deciden legalizar su situación y suenan campanas de boda ya veremos.
Y hablando de bodas, dicen que de una boda sale otra y de esta comida salió otra en el Rosario. Igual que nosotros nos inspiramos en los amigos de Panseco de Archidona, parece que la peña del Rosario se anima a organizar una juntera gastronómica el próximo 18 de Agosto. Y es que reunirse para charlar y comer con los amigos es una de las pequeñas alegrías de la vida y compensa de sobra el trabajo que conlleva prepararlo. Les deseo suerte y espero que esta sea la primera de muchas celebraciones. Seguro que sale una fiesta muy rebonita.
Por nuestra parte, vamos "de bien en mejor" y estoy impaciente por asisitir al próximo bogavante. A ver si pronto tenemos nueva cita para disfrutar de una agradable reunión de amigos, amenizada por su comidita, sus copitas y su charla. Por favor, los próximos organizadores avisadme en cuanto tengáis fecha y lugar para actualizarlo en el blog e ir avisando al resto.
Por último, os ruego que quien tenga fotos que se puedan publicar que se las pase a Josema, llevándoselas a la tienda o enviándoselas por correo. Al fin y al cabo, ¿para qué sirve un blog si no es para compartir las fotos y las recetas? Si es posible, pasádselas antes de que llegue de nuevo la Blanca Navidad porque todos estamos deseando verlas.  ;·)

24 de Marzo de 2012 - Pasión Cofrade.

Este mes hemos tenido un Bogavante de cuaresma. Hemos organizado Juani y Gema y Eva y yo. De primeras habíamos decidido preparar comida gallega, pero Juani pensó que, dadas las fechas, pegaba organizar un encuentro "semanasantero". Así que nos pusimos manos a la obra para decidir el menú.
De entrantes dudamos entre revuelto de collejas o de tagarninas, pero nos decidimos por las segundas porque estamos empezando la temporada y se pillan con ganas. Ya sabéis "Las de Abril pa' mí y las de Mayo pa' mi caballo". También dudamos entre poner el bacalao ahumado con porra fría o con tomate rallado y nos decidimos por este último. Y para continuar pensamos en un potaje de garbanzos con acelgas y bacalao que es lo típico que se come en casa en estas fechas pero al final preparamos una "crema nazarena" (de lombarda) y una olla de bacalao con tomate porque llevábamos dos garbanzadas consecutivas y queríamos proponer algo distinto. De todos modos, voy a colgar la receta en el blog para el que quiera hacerlo la semana que viene.
Con lo que no dudamos en ningún momento fue con las papandúas, los pestiños y las torrijas, aunque también son típicos en estas fechas otros postres como el arroz con leche, la leche frita...
Después organizamos la logística, la compra, la preparación, la decoración, los disfraces, cartelería... en fin, lo normal. Y así nos plantamos el día antes de la comida, repartiéndonos lo que restaba por comprar y la parte del guisoteo que se podía dejar preparada con antelación. Tuvimos "la suerte" de no encontrar hamburguesas de atún congeladas ni torrijas en la confitería, así que ambas cosas terminaron siendo caseras.
El sábado nos presentamos en la nave de Gema con la compra y fuimos colocando los carteles de Semana Santa que nos había prestado Josema y otros con el menú que había preparado "alguien" (no voy a decir quién no sea que le llamen la atención a Juani por haber usado el plotter de la empresa para imprimirlos). El señor X, llamémosle así, también traía unos trípticos con el menú y hablando del sentido de la cuaresma, con permiso de la Sociedad Gastronómica Panseco, que después no vi rular. No sé si se olvidaron o es que las señoras los repartieron y los guardaron para leerlos tranquilamente en casa. Por si acaso, os pego el enlace para que podáis verlos porque merecen la pena.
Cartel 1
Cartel 2
Tríptico
XXXXx

Mi Ana nos ayudó a preparar unos penitentes de cartulina que le habían enseñado a hacer en el cole y, con eso, las mantillas de las cocineras y la música de Semana Santa, cortesía de mi aparcero, terminamos de ambientar el local. Por mi parte, con la musiquilla y la medalla colgada al pecho me imbuí del espíritu cofrade y me sentí, si no hermano de alguna cofradía, por lo menos primo segundo, que ya es algo.
El día amaneció tontorrón, chispeando barro que manchaba los coches. En un par de momentos tuvimos que meter a los niños para dentro (ya sabéis que guarro encenagado encenaga a un ciento) pero no fue, ni de lejos, la manta de agua que necesita el campo. A los habituales se sumó mi cuñada Loli. Ismael y ella vinieron solos por baja médica de sus parejas, aunque mi cuñado se incorporó a la sobremesa y nos acompañó tomando unos vasitos de suero.
De entrantes pusimos "flores" de bacalao ahumado con tomate rallado, papandúas (tortillitas de masa de bacalao frita) con miel de caña, revuelto de tagarninas y hamburguesitas de atún con cebolla frita y alioli de wasabi. Y, naturalmente, queso, que es el "embutido" de la vigilia.
Tenemos que agradecer a la madre de Gema que nos preparó la masa de las papandúas y a mi suegro que buscó y escamondó las tagarninas (en el Trabuco TagarDinas). Para los extra-trabuqueños, les aclaro que la tagarnina es un cardo al que se le quitan los pinchos para poder cocinarlo.



Tagarnina "en libertad"... Y escamondada

Como dije al principio, tuvimos la "suerte" de no encontrar hamburguesas congeladas y Juani decidió comprar un taco de atún y hacerlas él. Ni punto de comparación con las otras.
Los entrantes volaron lo que demuestra que estaban buenos y que a las tres de la tarde teníamos todos mucha hambre. Luego seguimos con la "crema nazarena", una crema de lombarda acompañada de queso rallado y coscurritos de pan frito. Hablé con varias personas y todas coincidieron conmigo en que era la mejor crema de lombarda que habíamos probado nunca. Ideal para ponerse morado en sentido literal ;·) Y terminamos con el bacalao con tomate que también es plato estrella de las cocinas trabuqueñas en estas fechas y uno de mis platos favoritos (tengo unos 100).
Bueno, habríamos terminado si fuéramos personas normales, pero como los "bogavantes felices" somo amantes de la gastronomía, continuamos con unas torrijitas con vinito moscatel de Málaga (Lacrimae Christi). Comiendo habíamos tomado unos tintos "Pernales" de Málaga Virgen y "Altocielo" de bodegas Lunares, también de Málaga. Como no las habíamos encargado y no encontramos, Gema tuvo que buscar la receta en Internet y freírlas "en un momento" justo antes de la comida. Fue "una suerte" porque gracias a eso nos las comimos caseras y recién hechas.
Después de comer nos echamos unos cubatillas y unas pipas para hacer hambre hasta la hora de merendar que nos reenganchamos con los pestiños. Y continuamos la charla hasta la hora del fútbol. Cuando volvimos del Cortijuelo (plato de Chivo en Hnos. Romero y Madrid 5-Real Sociedad 1) nos encontramos que las chicas habían cenado unas pizzas y habían recogido TODO. Hasta el cuadro del cartel de Semana Santa 2010? que presidía solemnemente el salón estaba ya retirado en el coche de Javi para devolverlo. Y aunque la comida no respondió al espíritu de sacrificio y austeridad implícito a la cuaresma, al menos no nos quedamos de cubatas hasta las tantas como otras veces.

No sé si os habrá parecido una comida carismática, pero estaréis conmigo en que sí fue "cuaresmática". A mí se me pasó volando, no sé si porque lo pasé muy bien o por estar atareado (ver historia de la mili en el Juan Sebastián Elcano al comienzo de la entrada del 2010-11-27 Asturias Patria Querida)

Como ya sabéis porque habéis cocinado en otras ocasiones, afrontamos las dificultades asociadas a preparar comidas en grandes cantidades con los cacharros normales que tenemos en casa. Preparar 3 ollas consecutivas de crema o estar friendo bacalao durante hora y media. Pero qué os voy a contar que no sepáis. A ver si nos formalizamos como asociación y conseguimos un local para no tener que trasladar los trastos en cada cita y poder acumular un mínimo de menaje. Creo que nos facilitaría las cosas a los cocineros de turno.
Para ello, después de las firmas que echamos en Nochevieja sólo nos falta una fotocopia compulsada del DNI de cada uno. Se puede incluso "autocompulsar" escribiendo debajo "Doy fe de que es copia fiel de su original" y firmando cada uno la suya. Por favor, hacédselas llegar a Josema lo antes posible.

Y, aprovechando las visita, quienes tengáis fotos, pasádselas también a Josema. En esta ocasión no nos pudo acompañar porque mientras nosotros comíamos él y Mercedes estaban volando camino de la maratón de Barcelona.

Por último, lo más importante, la próxima comida la organizan Francis y la Rubia y estaban viendo quienes les iban a acompañar para tan gran honor. Si lo hacen igual de bien que en ocasiones anteriores vamos a disfrutar de lo lindo.

2012-02-12 Locro Argentino

El día empezó mal. A las 9.05 de la mañana me despertó Eva diciéndome: "Venga, vamos, que se nos hace tarde".
Yo le pregunté: "¿pero nos toca a nosotros guisar?"
- No.
- ¿Entonces?
El caso es que a las 12 estábamos en el Trabuco y llegamos a comer de los primeros, sobre la una y media. Aparte de los organizadores sólo habían llegado Juani y Gema y Maricel y Juan, unos amigos argentinos de Diego y Karina, que venían con su hijo Joaquín dispuestos a disfrutar la comida de su tierra y a colaborar para que la disfrutásemos todos. Estuvimos charlando y me preguntaron: "¿tú eres el que escribe el blog?".
Me dejaron un poco preocupado porque yo siempre había pensado que el blog sólo lo leemos los de la pandilla, pero resulta que no, así que tendré que cortarme un poco y no escribir barbaridades. Por ejemplo, si alguien pilla una tajada monumental y su mujer tiene que arrastrarlo hasta su casa protestando y poniéndolo a parir contaré que: "se encontró mal y su mujer lo acompañó a casa preocupada".
Al principio puede parecer que la historia queda un poco sosa, pero en realidad, si leemos entre líneas y usamos nuestra imaginación, podemos inventar cosas incluso mejores que las que realmente pasaron. Si cuento que dos personas se saludaron efusivamente podéis pensar que se dieron un beso en la boca o si digo que discutieron, podéis imaginar que se partieron la cara.
Es lo que sucede habitualmente con las noticias en los medios de comunicación, que se inflan o se les quita hierro hasta que no se parecen en nada a la realidad. Por suerte nosotros somos testigos presenciales de lo ocurrido, así que sabemos de primera mano lo que de verdad ocurrió.

Pero yendo a lo que interesa, nos reunimos para comer un locro argentino . Por si alguien no sabe lo que es, os aclaro que se trata de un guiso a base de zapallo, porotos y maíz que se consume en la zona de la cordillera de los Andes. Os juro que eso es lo que pone en la Wikipedia (lo busqué en cuanto me dijeron que íbamos a comer eso). Como no lo veía claro, seguí investigando y resulta que es un potaje de habichuelas con calabaza y maíz blanco. También llevaba ternera, costillas de cerdo y callos (estómago), chorizo criollo y del otro... Diego me dijo que también se le suelen echar pies de cerdo, aunque no sé si ellos llegaron a añadirlos. En fin, ligerito, ligerito, pero pegaba muy bien para esta época del año.
También comimos matambre, empanadillas argentinas, morcilla, vigilantes y flores de hojaldre con dulce de membrillo y de batata.
Sinceramente, no sé cómo explicar los platos para quien nos los haya probado antes.
El matambre era un trozo de carne grande y plana, cocinado al horno con leche. Yo no lo había probado nunca y me encantó. Además, fue lo primero que nos echamos al estómago y lo pillamos con hambre.
Las empanadillas argentinas son grandes, rellenas de carne picada y muy jugosas. La morcilla era del Trabuco, de toda la vida. De cebolla para quien no sepa cómo se hacen aquí.
Los vigilantes son comocroissants pero más derechos y más uniformes, sin tanta barriga en medio. Buenísimos.
Y las flores de hojaldre se formaban con dos cuadrados de hojaldre puestos uno girado respecto al otro que se cerraban alrededor de un torzo de carne de membrillo o batata. Luego se freían y se embadurnaban con un almíbar. Nos los comimos calientes porque iban cayendo a medida que salían de la freidora.
En fin, un auténtico festín, aunque difícil de describir para mí. ¿Cómo explicaríais a alguien que nunca lo haya probado a qué sabe un plátano o una porra fría? Yo me veo incapaz.
Hacía un día espléndido de sol. Tanto que apetecía acompañar a los que salían a fumar a la puerta. Eso sí, a los 10 minutos "apetecía muchísimo" volverse para dentro porque fuera hacía un frío considerable, a pesar del solecito.
La comida la tomamos en la cochera, aunque la mayor parte del tiempo la pasamos en la cocina, buscando el calor de los fogones y charlando con los cocineros. En el salón ardía la chimenea y en la cocina teníamos tantas cosas encendidas que saltaron los plomos un par de veces. Estaban las dos ollas del locro. El horno con el matambre. El microondas descongelando empanadas que luego iban a la freidora. Y para los postres, calentando los vigilantes en el microondas, friendo flores de hojaldre, hirviendo el almíbar... Entre eso y la gente, se estaba la mar de calentito.
Nos reunimos unos 20 adultos con continuas rotaciones: a la calle a fumar y a darle vuelta a los niños; a la cochera a poner la mesa; al baño a... bañarse; y de vuelta a la cocina para cocinar, fregar, llenarse la cerveza o simplemente charlar ¡Hay que ver el juego que da una encimera en forma de isla en una cocina! Y si además le agregas una mesa, formando un ocho, las posibilidades son infinitas. Mira que habíamos gente en 20 metros cuadrados, pues se estaba cómodo.
Los niños, como viene siendo habitual, se portaron muy bien. Se perdieron entre las pistas de deporte y la buhardilla y no dieron guerra ninguna (no vino ninguno sangrando ni rompieron ningún cristal, ni nada). Claro que mi opinión es sesgada porque mis niñas "insistieron" en quedarse con la abuela, así que Eva y yo vimos los toros desde la barrera. También hay que reconocer que los organizadores fueron precavidos y dejaron a Lula y Luna con la "abuela" para garantizar la salvaguarda de su integridad física y también, como no, para evitar que se pusieran pesadas y terminaran pillando un trozo de matahambre. Luego se te malacostrumbran y lloran cada vez que les echas el pienso durante el resto de su vida.
Además de los habituales y de Juan y Maricel, también vino Jaime, el hermano de Javi. Una vez más nos juntamos y pasamos un buen día. El caso es que a mí se me hizo muy corto. No sé si porque lo pasé muy bien o porque, como era domingo me tuve que ir pronto para volver a Málaga. Sin embargo, a pesar de todo, dio tiempo a que ocurriera una catástrofe: Cuando parecía que todo iba a pedir de boca, Eva y Gema se pusieron a hablar de una queimada y se ve que con las llamas del orujo se calentaron y se ofrecieron para cocinar en la próxima cita. Y digo yo:
¿No habíamos quedado en que se sorteaba? ¿No puede apelarse la decisión? ¿O declararla nula? (sabe Dios cuántas cervezas sin alcohol llevaban en el cuerpo esas mujeres a esa hora). Y sobre todo, si para ir a comer me levanté a las 9:05, ¿a qué hora me tendré que levantar la próxima vez? En fin, ya es tarde para lamentarse, habrá que ir pensando en el menú porque, aparte de queimada y pulpo a la gallega, ¿qué comen los gallegos? (se admiten sugerencias).
Hablando de sugerencias, me ha dicho Javi que podríamos poner publicidad en el blog para subvencionarnos las comidas. Google te ofrece un servicio asociado al alojamiento de la web pero pienso que quizá sería más práctico algo más local:
Se vende coche, se busca novia, se cambia marido seminuevo... Habrá que pensarlo bien, porque lo cierto es que hasta ahora hemos patrocinado los compangos de Mercadona o el Molino Jabonero y no hemos pillado un duro por ello.